Cuando nos preguntamos el porqué de lo que estamos haciendo, cuando nos preguntamos para qué son necesarios tantos años de estudio y sobretodo, si nos van a servir de algo, se nos viene en bucle una serie de respuestas que suelen ser normalmente la mismas.

Tratamos de averiguar durante los años previos a los estudios universitarios qué es aquello que nos gusta, que es aquello a lo que nos gustaría dedicarnos. Con ello nos obligamos a elegir en un corto período de tiempo algo que se supone que va a ser de por vida.

Además solo podemos elegir entre aquello que ha sido clasificado como rama de conocimiento y sus diferentes modalidades. Esto nos limita nuestra elección sobre aquello a lo que nos queremos dedicar en una serie de funciones que han de estar ocupadas por un puesto de trabajo para cubrir las necesidades de nuestro sistema de funcionamiento social.

Por ello, aquel que no se decide, aquel que quedando solo un cuatrimestre de bachiller para la entrada en la universidad no sabe aún que quiere estudiar, se le tacha de indeciso.

No es menos que aquel que desea dedicarse a algo sobre lo que ni siquiera existe una carrera universitaria, ya que a este se le tacha de surrealista porque a lo que en realidad se quiere dedicar no va a ganarse la vida con ello, se dice.

Esto hace preguntarnos si de verdad pueden ir ocio y trabajo de la mano. Nos lo preguntamos aunque en teoría la respuesta debería de ser un sí rotundo, porque, ¿no hemos estudiado para dedicarnos a algo que nos gusta? Si fuese tan fácil la cosa, la respuesta sería claramente sí.

Obviamente la gran mayoría de personas con actividad laboral no disfrutan como niños cuando están trabajando. El trabajo no les satisface ni rellena sus huecos de ocio que han de llenarse cada cierto tiempo para no reventar como ser humano y poder seguir trabajando.

La mayoría necesita una vez ha finalizada su jornada laboral tener algo de tiempo libre para pasarlo bien, para poder disfrutar de aquello que les hace algo más felices en su día a día.

El círculo "laboral-ocio" se cierra cuando estas personas (personas A) una vez finalizada su larga jornada laboral necesitan de otras personas (personas B) para poder llenar su parte correspondiente al ocio. Las personas B también trabajan, y su trabajo consiste en proporcionar ocio a las personas A cuando vienen cansadas de sus trabajos y con ganas de desconectar un poco.

Lo curioso es que estas etiquetas no son ciertas del todo, ya que una persona puede ser A y B dependiendo del momento y del punto de vista de quien lo mire, por ejemplo: Una persona A trabaja como informático. Esta persona tiene una larga jornada laboral la cual empieza por la mañana muy temprano y finaliza por la noche. Esta persona cumple como persona A, pero veámoslo desde otro punto de vista. Esta persona A ha atendido a una serie de clientes durante su jornada laboral. Cualquiera de estos clientes están en su tiempo libre y necesitan al informático para que les descargue un juego de ordenador. La persona A ayuda al cliente a descargarse el juego, por lo tanto está actuando como persona B al poder proporcionar ocio a la otra persona mediante un juego de ordenador.

¿Que sería aquello que se "auto-completaría" de alguna manera? Aquel que consiga llenar parte de su ocio mientras ejerce su trabajo.

Es aquí cuando con esta explosiva mezclaba sociedad duda, no se mira del todo bien ya que parte de los trabajos que disponen con más trabajadores satisfechos con él y que disfrutan realizándolo son aquellos que más en duda se ponen.

Muchos son aquellos de los que aquel que hablábamos antes que quería estudiar para llegar a ejercerlo no se decide por una carrera universitaria porque no existe para ejercerlo.

Se tachan de no se trabajos de verdad, pero ¿porqué? Puede ser porque en ellos se cruza la frontera que existe entre ocio y trabajo que tan lejos está esta en nuestra cultura ya que nuestra sociedad ha hecho fuerza para que estén bien lejos.

A continuación un vídeo que sirve como ejemplo este intento de impulso por parte de determinados grupos sociales como la televisión para desprestigiar estas profesiones. Youtuber en este caso.

Esto queda reflejado cuando por ejemplo un niño dice que quiere ser modelo, youtuber, actor u otras profesiones que no son consideradas como tal pero que se ha demostrado que dan en algunos casos una estabilidad laboral y económica superior a las "profesiones normales".

Para demostrar esta poca fe que se tiene en estas profesiones, he buscado tests de orientación dirigido a alumnos que están estudiando en los institutos en los que hacen una serie de preguntas con las que según que respuestas des te dirigen a una profesión u otra.

*Botones para dirigirse a algunos de estos tests:

En ninguno de estos test se pueden encontrar estas profesiones "discriminadas" incluso respondiendo para forzar que alguna de estas salga. Simplemente, no se encuentra en la base de datos de la web.

El hecho de que estas profesiones que se atreven a realizar la mezcla ocio-trabajo sean cada vez más habituales no quita que se les siga tachando de "menores", posiblemente porque aún son mayoría los que trabajan a disgusto.