Estoy aquí, ahí y allí

Como todos sabemos la tecnología está avanzando a pasos agigantados, tanto que ya no avanzamos hacia una era completamente digital, sino que vivimos ya en ella.

Los comportamientos humanos cambian y nos acostumbramos a estos nuevos avances que nos facilitan el día a día y nos permiten una mayor comodidad a la hora de realizar nuestras actividades. Lo que en un principio es nuevo y en lo que nos produce cierto miedo confiar se convierte por necesidad y presión social en algo fundamental, con lo que posteriormente ni nos acordamos de ese miedo inicial que nos hizo plantearnos si merecía la pena o no dar el paso.

¿En que momento algo por lo que temíamos se volvió una rutina?

¿En qué momento mostrar nuestra ubicación se convirtió en prácticamente una necesidad?

Las redes sociales son uno de los instrumentos principales mediante los cuales facilitamos al mundo constantemente nuestra ubicación. Aplicaciones como Facebook, Instagram, Snapchat o WhatsApp están siendo utilizadas por millones de usuarios para difundir sus localizaciones.

El famoso "postureo", es decir, mostrar en todo momento el lugar donde estamos (entre otros), se ve incrementado estos últimos años debido al aumento de aplicaciones que nos permiten difundir este tipo de información.

Una de las aplicaciones que más incitan a difundir donde estamos en cada momento es Instagram, en cuyas opciones se muestra publicar un texto que indica el lugar donde nos encontramos. La ultima actualización de esta red social incluso permite a los usuarios ver todas las publicaciones que los usuarios de un lugar determinado han publicado, separando así publicaciones de diferentes ciudades.

Mostrar donde estamos en cada momento se ha convertido en lo más normal, sobretodo entre los más jóvenes. Se trata de una rutina que se incrementa en el caso de que se quiera "posturear" de el lugar donde se está. Si nos hemos ido de viaje y estamos en una ciudad increíble, la cantidad de información acerca de donde estamos se va a incrementar.

La gente quiere que los demás sepan que está en un sitio genial, que se lo está pasando genial y lo hace mostrando con un pequeño texto el lugar en el que se supone que está.

Digo que se supone porque la mayoría de estas aplicaciones que nos permiten difundir donde estamos nos permiten hacerlo sin estar necesariamente en el lugar que indica que estamos.

En muchas de estas aplicaciones podemos ser nosotros mismos los que escribimos e indiquemos donde nos encontramos, por lo que podemos estar en el bar de nuestro pueblo e indicar en la foto que nos encontramos en Miami.

Simplemente mediante estas aplicaciones con un poco de ingenio podemos hacer creer que estamos en lugares que nunca hemos estado. Esto mismo consiguió realizar Zilla Van Den Born, una joven de Ámsterdam que hizo creer a su familia y amigos que se encontraba de vacaciones en Tailandia para la realización de un trabajo de investigación sobre la manipulación de las imágenes.

Enlace para ver las fotos que realizó Zilla:

https://www.upsocl.com/comunidad/esta-chica-utilizo-photoshop-para-convencer-a-su-familia-de-que-se-fue-de-vacaciones-por-seis-semanas-al-sudeste-sudeste-asiatico/

Según Zilla: "Mi objetivo era probar qué tan común y fácil es distorsionar la realidad. "Hice esto para mostrar a la gente que filtramos y manipulamos lo que mostramos en las redes sociales."

"Representa la realidad, pero también la falsedad. No es un hecho, sino una opinión. Es tecnología, pero también una forma de arte"

Resulta muy complicado a veces diferenciar una imagen real de una imagen manipulada. Los programas informáticos de edición ofrecen cada vez más posibilidades mediante sus actualizaciones. Esta dificultad de reconocer la manipulación es cada vez mayor y muy poca gente es capaz de captar esta diferencia, porque, ¿quien lograría darse cuenta? ¿podrías hacerlo? Te proponemos que lo intentes mediante este cuestionario en el que te ofrecen una serie de imágenes y has de decantarte por si son reales o manipuladas.

Enlace del sitio web:

https://www.viralizalo.com/curiosidades/10800-imagen-real-o-fake

La manipulación es algo con lo que contamos y sabemos que es posible que se produzca incluso a la hora de indicar dónde nos encontramos. Hechos como estos nos hacen desconfiar y ser más cautos a la hora de creernos ciertas informaciones, o no.

Publicar en la redes lo que hacemos en cada momento puede llegar a ser algo muy peligroso.

Hace dos años el futbolista Mauro Icardi publicó una foto en su cuenta de Instagram de un costoso reloj que llevaba puesto y unos días después se lo robaron.

En la foto, el futbolista adjuntó un texto que ponía: "Go to training ⚽️ #Hublot#SpiritOfBigBang#RR#SpiritOfRollsRoyce"

Resulta evidente que en el momento que nos acostumbramos y vemos una rutina en algo nuevo que a su vez puede resultar peligroso, es cuando olvidamos que hubo un momento en que temimos por la novedad. Después de conocer noticias como esta seguramente volvamos por un instante a recordar ese primer momento en que temimos del uso de esta tecnología, pero estoy seguro que se trata de segundos, en nada lo perderemos de nuevo, y si no que se lo digan a Icardi.


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